Consuelo Walker
Bio
Consuelo Walker (Santiago 1985) es Licenciada en Artes Visuales de la Universidad Católica de Chile. El año 2008 realizó un intercambio académico en la Universidad do Porto, Portugal; donde trabajó las técnicas de escultura en piedra y vitral. En el año 2009 estudió un Magíster en Gestión Cultural en la Universidad de Chile. Trabajó en el taller 99 y paralelamente se desarrolló como profesora de grabado en su taller particular y en la Universidad del Desarrollo de Chile. Su trabajo artístico fue tomando forma hasta llegar a enmarcarse en el arte textil donde trabaja los conceptos de acumulación y exceso, dando forma a instalaciones sensoriales que hablan del placer y el dolor. Con cuatro exposiciones individuales en su trayectoria. Las últimas en galería NAC y galería Artespacio, Chile. Además, cuenta con varias exposiciones colectivas, entre las que destacan: dos (2012- 2018) en el Museo Nacional de Bellas Artes Chile, en el Museo de Arte Contemporáneo Chile (2013) y tres años (2015, 2016 y 2017) en el Concurso Arte Joven en el MAVI. El 2017 ganó el premio de mejor proyecto artístico del año de la revista ED; el 2018 ganó el premio “Business for art offerto Artmajeur” Arte Laguna Prize, Venecia, Italia. El mismo año expuso en “Vutamuseo" MAM Chiloé. El 2019 participó en la Bienal de Arte Textil Contemporáneo de Madrid, España y el año 2020 ganó el segundo premio en el concurso de arte joven de la Galería Artespacio, Chile y el 2021 participó de la exposición “Tiempos Fragmentados” en la misma galería. El año 2022 participó de la exposición colectiva “Campo Difuso” en CV Galería, Chile.
Statement
Mi trabajo visual se ha desarrollado bajo el tránsito que existe entre la paradoja del dolor y el placer, un vínculo que forja un trayecto de ida y vuelta, sagrado y profano. Éste, me permite exponerme como creadora vulnerable y frágil, pero al mismo tiempo resiliente a la consigna de reparar y recuperar lo que, eventualmente se perdió en el dolor. Pérdidas vinculadas a las ideas de género, identidad y subversión. El recuerdo y la memoria son el motor que proyecta y busca una re significación al dolor como ejercicio reparador.
El cuerpo de obra se materializa en volúmenes desde el cúmulo y exceso de un mismo objeto, dejando atrás su uso habitual para tomar un nuevo sentido, apostando a la re significación de los objetos. Es así como obras vistas desde el género textil de las artes reparan y recuperan el sentido del placer. La utilización de materiales autónomos en su funcionalidad como alfileres, tijeras y agujas conjugan entre sí para que, desde una tridimensionalidad y ajustados a otros elementos reparen y recuperen.