Entre lo que la obra expone, hay tres puntos importantes que se han ido desarrollando en el proceso: la imposibilidad, el tiempo y la muerte. El primero se ve plasmado en la constante negación de la función y el resalto de lo imposible, narrando tensiones y enalteciendo oposiciones. Los otros dos, en el empleo del objeto encontrado en desuso u olvido. El objeto encontrado estaba muerto en vida y ahora es resaltado e implementado en un proceso escultórico y conceptual. El trabajo expresa de diversas formas y por diferentes medios una añoranza por el tiempo ya transcurrido, como la función que ya no existe o la cicatriz que ha dejado el pasado en el material.
Más que abandonados, los objetos tienen cicatrices de la violencia humana, de los golpes del clima y de la naturaleza del material. Parecen decididos a dejar de ser ellos mismos con función determinada, y convertirse en la fricción del tiempo y el olvido.