Ana Teresa Barboza
Bio
Licenciada en la Facultad de Arte, ha participado en exposiciones individuales y colectivas en Sudamérica, Norteamérica y Europa y ha ampliado estudios y realizado residencias en París, Taipei, Ginebra, Lima y España. Durente 2022 ha sido seleccionada para la Bienal de Paiz, Bienal de Sidney y Bienal de Cuenca ( Ecuador) y ha realizado una exposición individual en el Malba. Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.
Statement
Ana Teresa Barboza (Lima, 1981), utiliza el tejido y otras técnicas artesanales tradicionales para transmitir al espectador una observación meditativa y poderosa sobre todo aquello que le rodea. Inicialmente su trabajo tenía que ver con la conciencia del cuerpo humano, representándolo como una estructura seccionada, recompuesta y decorada mediante la costura y el bordado para reflexionar sobre su relación con los demás.
Posteriormente esa mirada se desplaza hacia su entorno, para concentrarse en los vínculos que la unen con los otros y su obra inflexiona para adquirir un carácter más social, abriéndose a reflexionar sobre la transformación de la naturaleza y la relación o contacto de los humanos con ella, para lo que utiliza el bordado y el tejido para hacer un paralelo entre el trabajo manual y los procesos de la naturaleza, creando estructuras con el hilo similares a las que hace una planta, por ejemplo. En algunas obras se simulan experimentos que buscan recomponer la naturaleza con otro orden, enseñándonos a mirarla nuevamente.
Su trabajo actual busca reaprender de la labor de los artesanos para restablecer el contacto con los procesos manuales y corporales con que la herencia, la cultura y las imágenes han ido tomando forma y mostrar las huellas dejadas por el cuerpo y la naturaleza en ellos.
Información adicional
Empleando las técnicas del bordado y el tejido que caracterizan la mayor parte de su propuesta desde el 2006, la artista vuelca su mirada hacia la naturaleza y relaciona las estructuras invisibles y los procesos de crecimiento de las plantas –tan lento y casi imperceptible a nuestros sentidos– convirtiéndolos en metáforas del trabajo manual con tejido y bordado, mediante la sobre-posición de distintos fragmentos del tiempo en imágenes compuestas por delgados hilos de color.
Con nuestras manos empezamos a transformar la naturaleza para fabricar herramientas, a la espera de introducir el confort en nuestro quehacer cotidiano. Dentro de esas prácticas son los modos artesanales de las técnicas productivas, como el tejido y el bordado, los que aún mantienen su afinidad con el pulso de los procesos naturales.El tejido y el bordado asemejan, así, el invisible crecimiento de las estructuras de las plantas, en un trabajo manual lento, que congela y superpone distintos fragmentos del tiempo en una imagen compuesta por delgados hilos. Barboza cuestiona el alejamiento del hombre con la naturaleza,
connotando la devenida pérdida de su rastro y su desaparición de nuestro entorno.
Las piezas presentadas buscan caminos de retorno a los compases del movimiento de estos seres; entender su transformación respetando su flujo y estructura. Con la ayuda de un manual impreso y bordado, la artista nos hace recuperar los sentidos.
Se restituye el saber que nos dice que la vida cifrada, con su validez universal, ignora la travesía del infinito en el instante. En estas piezas se encuentra la naturaleza paciente, en la convicción de su comunicación serena. Desde ahí nos narra su tiempo, con el afecto acumulado que se desprende de su crecimiento
pausado. (Gabriela Manrique)